Saludo de Navidad

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» ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la Buena Nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión :»Tu Dios es Rey»
Cada Navidad  vuelve a resonar en el corazón de los fieles éste anuncio de salvación…ésta promesa cumplida en Nuestro Señor, éste eterno anhelo de la Humanidad que se abre a la promesa de Dios: de ser el Emanuel, el Dios con nosotros.
Muchas son las dificultades del mundo presente, no hace falta que se las enumere, los medios de comunicación parece que es lo único que nos ofrecen. El hombre tentado siempre de mirar su existencia desde el materialismo que nos individualiza y separa de la comunión tiene en cada Navidad la oportunidad de mirar hacia lo alto, abrirse a la esperanza, buscar en los bienes que no se acaban y no pasan de moda el sentido de su existencia. Navidad decimos es volver a nacer. Pero nacer desde lo alto…tomar el peso a las palabras «nacer del agua y del Espíritu» y sentirlas reales en nuestra vida.
«en la Palabra había vida y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla y la tiniebla no la recibió»…Esta vida eterna nos es ofrecida a los creyentes en la Palabra de Dios hecha carne, su nombre es Jesús…aceptar a Jesús, tierno, humilde, lleno de amor y misericordia que desde el Pesebre nos tiende sus manitas nos llenará de vida, luz, paz, seguridad más allá de toda previsión humana.
«La Palabra era la luz verdadera que alumbra a todo hombre» esa Verdad nos es ofrecida, no se impone, nos invita, nos atrae y golpea la puerta de nuestros corazones para ver si hay alguno que quiera abrirle. La Verdad nos devuelve la dignidad, ya que nos hace semejantes a Dios, quien la concibe en su corazón se asemeja a Dios…y la Verdad nos hace libres..nos hace sólo dependientes de El..y libres de las cosas, de las personas, de las circunstancias ya sean buenas o malas..la libertad nos da alas para volar a Dios…
Todo esto se nos ofrece en Jesús…»un niño pobre que nos hace ricos, un niño esclavo que nos hace libres» Para eso vino y viene en ésta Navidad para liberarnos de todo aquello que nos obstaculiza en el camino hacia la Patria verdadera. Vuelve a pasar por nuestra vida y golpear la puerta del corazón. Si hay un corazón sencillo, humilde, servicial como el de la Santísima Virgen y San José.. seguro que se quedará…si nuestro corazón sigue lleno de nosotros mismos, de materialismo, orgullo, superficialidad, vanidad…, de pecado seguirá su camino…
Navidad es la experiencia de abrirnos en la Verdad a la Palabra de Verdad, a la que nos hace concientes y libres, dignos, mejores personas, cristianos y ciudadanos en ésta Patria Argentina tan necesitada de luz, amor, humildad, reconciliación, dignidad de sus hijos, solidaridad, verdad, justicia…todo esto se lo puede ofrecer Jesús.
Aprovecho para saludar a cada uno de los hermanos que forman parte de ésta amada comunidad de Loreto de Berisso…GRACIAS…por todo el acompañamiento durante éstos años, por el esfuerzo y por hacer realidad y posible ésta pequeña parcela del Reino de Dios…El Señor nos regala a diario el milagro de ver como con confianza en Dios todo es posible. Que El nos siga guiando como hasta ahora, que nos dé la firme convicción que todo lo podemos en Aquel que nos conforta.

Feliz Navidad y un buen comienzo del Año del Señor 2010, Año del Bicentenario de Nuestra Patria.

P. Julio César Jesús Palarino Castro

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