¡Feliz Pascua de Resurreccion 2010!

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Queridos hermanos:

Paz… en Jesús Resucitado ,vencedor de la muerte y el pecado para siempre!!…el grito victorioso del Aleluia Pascual, recorre el mundo entero y la Iglesia…hoy el Señor hace nuevas todas las cosas y nos posibilita entrar en esa novedad de vida.
En nuestra vida cotidiana tenemos experiencias de las que decimos «es como vivir de nuevo» «o nació de nuevo».. esas situaciones fuertes y marcantes de la existencia son las que nos ponen frente a las grandes decisiones. Gracias ellas es que podemos valorar cuales son las cosas que sí importan, y cuáles son las relativas, y más aún son esos grandes momentos, en los cuales podemos sacudirnos la rutina gris y monótona de una vida a veces sin rumbo…algo así tuvo que pasarles a aquellas santas mujeres y a aquel puñado de discípulos de Jesús, que vieron de la noche a la mañana cambiar toda su historia.
La Resurrección de Cristo lo hace todo nuevo. Aquella primera comunidad hasta ahora encerrada en sus pobres y mezquinos criterios  que tenían de Jesús de Nazareth, experimenta que algo cambió para siempre. Verdaderamente, Jesús que había muerto y ellos vieron sepultar, ahora vive…y esa vida manifestada en El no es sólo un acontecimiento que los sitúa frente a una victoria sin más… esa luz y vida que surgen de Cristo Resucitado los contagia, los anima, los une, los impulsa a salir a dar la vida al mundo.
No se trata de que su recuerdo está entre nosotros… como cuando un ser querido muere y nos deja una enseñanza o lo recordamos entre anécdotas y nostalgias…su tumba está vacía, su carne ha sido glorificada, sale al encuentro de ellos, pueden tener una experiencia real de su presencia…lo tocan, come con ellos, los envía al mundo, los conforta y fortalece.
«Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba» dice San Pablo, y eso es lo que acontece en ellos y en nosotros en éste tiempo pascual…aprendemos a relacionarnos entre nosotros, y con el mundo de una manera distinta…la Pascua nos sitúa ante lo más grande de nuestra historia… nuestra vida cobra una nueva densidad. No podemos derrochar los talentos que Dios nos ha dado…nuestra vida tiene un sentido y desde la Pascua y para la Pascua es que tenemos que vivir. Nosotros los cristianos sí que tenemos un motivo para vivir y para morir, y eso nos hace esencialmente distintos a los demás hombres que muchas veces experimentan solo los grises de la vida. Pascua ilumina toda nuestra historia personal, dándonos un motivo para seguir entregando nuestra vida, y traduciéndola en actitudes concretas de solidaridad, entrega, amor, misericordia, paz, justicia, verdad, perdón…Sin el centro de nuestra historia que es la Resurrección, «si Cristo no ha resucitado vana es nuestra fe» dirá el apóstol de los gentiles; no podríamos hacer nada por nadie.
Por eso entendemos la fuerza del Evangelio a través de los siglos… Jesús está vivo y actúa..» nuestra vida está escondida en Dios», ya no tenemos miedo a la muerte, porque no es la última palabra, y experimentando la presencia eficaz del Espíritu Santo, Espíritu de Jesús Resucitado, nos lanzamos a la tarea de edificar todas las cosas en Cristo.
En ésta cultura de la muerte, en un mundo al cual percibimos cada vez más hostil al influjo del Evangelio, en medio de una Argentina con tantas dificultades y falencias… renovamos nuestro compromiso como cristianos de dar lo mejor de nosotros. Nuestra comunidad lauretana, con sus luces y sus sombras sabe que lo que puede dar a ésta porción del pueblo de Dios en primer lugar es su Fe. La Pascua nos renueva en nuestra opción por Dios .Es un compromiso a buscar las cosas de arriba…a ser mejores creyentes, más espirituales, más orantes, más profundos, inteligentes y libres para discernir los signos cambiantes de los tiempos…astutos para saber qué cosas son de Dios y cuáles nos apartan de El cómo arteros espejismos.
Como comunidad renovamos nuestra opción por el Amor…por la caridad concreta ejercida entre nuestros hermanos luchando siempre por la unidad, y por una caridad que nos lleva a descubrir a Cristo en el hermano sobretodo en el más pobre…la Iglesia de Jesucristo a lo largo de toda su historia se ha hecho cargo siempre de los hermanos más pequeños de Jesús…tiene y debe de ser nuestra carta de presentación ante la sociedad. «A los pobres los tendrán siempre con ustedes» «Denles ustedes de comer» son palabras que resuenan con toda claridad a la hora de hacer nuestra opción preferencial por los pobres tantas veces recalcada por los documentos de la Iglesia.
Por último renovamos nuestra opción por la Esperanza…no podemos quejarnos estérilmente de lo que pasa alrededor…sabemos que desde el día de la Pascua,  Dios hace nuevas todas las cosas…en éste día se disipan todas las tinieblas y las dudas… no tenemos miedo de ir a nuestra sociedad a entregar la vida, pues sabemos que «nada nos podrá apartar de su amor» que todo lo podemos en El…que El está hasta el fin de los tiempos. Vemos las falencias de nuestras comunidades, de nuestra entrega, ..vemos los ataques constantes hacia la Iglesia, hacia el Papa y sus ministros, la indiferencia al mensaje de Cristo, el descreimiento de nuestra sociedad, la corrupción de los que tienen que conducir los destinos de la Patria, el materialismo y el individualismo…pero no nos desanimamos, al contrario, parece que hasta nos anima a seguir poniendo el cuerpo y el alma al servicio del mensaje del Resucitado.
Los animo queridos hermanos a renovar nuestro compromiso como laicos, religiosos, sacerdotes… de manera que no dejemos de hacer todo el bien que podamos, de vivir nuestra vocación con seriedad y entrega, de ser generosos al sembrar nuestra vida para que cuando el buen Pastor nos llame podamos presentarle una vida vivida bajo el signo del amor, de la fe y la esperanza.

¡Feliz Pascua de Resurrección 2010!

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